Crónica de una jornada comunitaria
Cuando el monte llama las manos se hermanan. El día 18 de diciembre de 2022 quizá muchos lo recuerden por quien tenían al lado cuando gritaron los goles del fútbol. O quizá lo recuerden por una jornada festiva de la Brigada Kalahuala, voluntaries que decidieron desde el año 2020 poner sus cuerpos al servicio del querido monte nativo cordobés, tan generoso en su diversidad y que desde esa fecha hasta la actualidad se han registrado 400 mil hectáreas aproximadamente de monte quemado y herido en su biodiversidad, siendo el 2020 el año con mayor territorio afectado, la inquietante suma de 332 mil hectareas quemadas debería interpelarnos y ser prioritaria en las agendas de todos los medios de comunicación *1(…)
Cobijados con un gazebo, les artistas iban dejando su huella en el escenario mientras las bocinas del festejo mundialista saludaban desde la calle. Así fue pasando la Agrupación Sikuris «Calamuchita Manta», la bossa nova de Lua King y Emiliano, la furia pasional de Meliseando y Judith, un poco de jam e improvisación de la mano de musiques y vecines y para finalizar la jornada llegó Inambú con todo el sabor.
(…)
Una variada oferta que incluyó feria americana, mesa dulce y sabrosos tacos, plantines de nativos y hasta una necesaria agua de Jamaica, sin olvidar el sorteo casi infinito de diferentes productos, cedidos solidariamente por diferentes productores de la zona, con el que se amenizó la jornada.
(…)
Las herramientas y equipo de la Brigada fueron exhibidos en primera línea, al lado del escenario con esa fuerza testimonial que tienen algunos objetos que han sido manufacturados a conciencia. Destacaban a los ojos inexpertos de este cronista el chicote, cascos, palas de punta, el polifacético «derqui» , las mochilas de riego, los borcegos de punta dura (acostumbrados a caminar por suelo caliente), los necesarios handys para agilizar las comunicaciones internas. Un ejercicio de imaginación le proponemos al lector: son las mismas personas que coordinaban la fiesta en un clima amable, las que destinan en varias oportunidades sus energías vitales a sofocar las llamas allí donde los requiera el llamado del monte.
Un grupo siempre atento a cuidarse puertas adentro de cualquier tipo de violencia y con una saludable perspectiva de género.
Promediando el encuentro, una contundente charla de Angel Luciano Vilchez Saavedra, mas conocido como «El Vasco», ofreció la certeza de un pedazo de quebracho incendiado y convertido en escultura que no dejó de interpelarnos durante el resto de la jornada con su templada mudez. A su alrededor, una colección de borcegos y zapatillas rotas que dejaron de serlo, para convertirse en macetas de suculentas, invitaban a ser llevadas a modo de souvenir del festival.
Todos estos lazos de cariño dados en la respuesta de les vecines que se acercaron al festival constituyen un foco de alivio, una isla de comunidad que alienta y aviva lo que necesitamos que crezca: la esperanza.
*1 Al respecto es muy esclarecedora la nota que adjuntamos en cuanto a los deberes y responsables de funcionarios públicos en este ecocidio. https://elresaltador.com.ar/por-los-incendios-en-cordoba-buscan-reactivar-una-denuncia-penal-contra-schiaretti/
Texto: Silvio Florio/ Samanta Sanchez
Fotos: Registro colectivo de la Brigada Kalahuala










