Desde la Mesa Agroalimentaria Argentina acompañamos y respaldamos la medida de congelar los precios de alimentos y productos esenciales que ha implementado el gobierno nacional a través de la Secretaría de Comercio.
Si bien somos conscientes de que es urgente e imprescindible iniciar un proceso de transición hacia un sistema alimentario que ponga en el centro garantizar el derecho a la alimentación del pueblo argentino y además sea motor del desarrollo inclusivo, entendemos que hoy hay una emergencia.
Una buena parte de nuestra población tiene comprometida su nutrición adecuada, otra buena parte debe gastar casi la totalidad del salario en alimentos. La inflación tiene como principal protagonista al aumento de los precios de los productos alimenticios. La contracara son un puñado de corporaciones monopólicas que concentran el 80% de las marcas de las góndolas y tienen rentabilidades que superan los mil millones de pesos anuales cada una. Este modelo agroalimentario no da para más.
Por esto repudiamos las amenazas de desabastecimiento que vienen realizando las entidades que representan los intereses monopólicos como COPAL, CAC (Cámara Argentina de Comercio y Servicios) y las corporaciones como ARCOR, Cañuelas, Molinos del Río de la Plata, Ledesma. Las mismas que vienen bloqueando la ley de etiquetado frontal y otras iniciativas que apuntan a que los y las argentinas estemos informados sobre nuestra alimentación. Estas cámaras y empresas, representan los antivalores que anteponen de forma extrema el lucro desmedido al desarrollo y el bienestar del pueblo argentino.
Así, quienes integramos la Mesa Agroalimentaria Argentina, representamos organizaciones de pequeños y medianos productores que nos enfocamos en que parte de nuestra tarea es garantizar la alimentación saludable de nuestro pueblo, para eso demandamos políticas de mediano plazo: acceso a la tierra, acceso a financiamiento, programas de planificación de la producción y el abastecimiento, políticas segmentadas y diferenciadas para fortalecer la producción de la agricultura familiar, campesina y cooperativa, la transición agroecológica, el agregado de valor y los corredores logísticos que garanticen precio justos para los productores y trabajadores argentinos. Un camino para democratizar la cadena agroalimentaria y forjar la Soberanía Alimentaria.
¡Sí al Congelamiento de Precios!
Repudio a la extorsión corporativa.