Seamos claros: la salud está devaluada en la provincia desde hace mucho tiempo. La pandemia lo que ha hecho es acentuar el retraso de las condiciones laborales, sanitarias y de contratos basura que no debían haberse sostenido nunca. Pero llegó el Covid-19 y con él se hizo más evidente que las necesidades de incremento de personal, de descanso para médicos/as y enfermeras/os, de estabilidad laboral para todos/as, de ofrecer bioseguridad eficiente y efectiva son una urgencia.
El martes 10 de noviembre de este singular 2020 las y los trabajadores de la salud pública de la provincia de Córdoba realizaron un reclamo por todo eso y más en una jornada de paro por 24 horas de atención a las actividades programadas, manteniendo por supuesto las guardias. El abrazo simbólico al hospital Eva Perón de Santa Rosa de Calamuchita es la forma que han decidido las y los profesionales de nuestro valle para visibilizar estos reclamos. Otros han elegido otros métodos. En Córdoba capital se hizo una caravana de vehículos por las calles céntricas. Todo es válido para refrendar las condiciones del derecho a la estabilidad laboral, sueldos dignos y el ejercicio seguro de la profesión. La ginecóloga Silvina Peirú, del hospital Eva Perón de Santa Rosa de Calamuchita, en diálogo con Radio Comunitaria El Brote detalló los reclamos por los que el personal decidió decir BASTA. No es un capricho. Recordamos junto a ella los primeros días de pandemia y el aplauso de todas las noches a la labor heroica del personal médico. El respeto a su dedicación por parte de la población sigue intacto, pero no alcanza. Debe traducirse en un reconocimiento de las autoridades provinciales, porque si no estarían cayendo en el facilismo de ostentarlos como trofeo para la tribuna, sin que les cueste un solo centavo de las arcas gubernamentales que tanto deberían tener que ver con el bienestar de la población a la que representan.
La lucha está comenzando. Para que haya más personal calificado y rotativo en los diferentes estamentos de los hospitales. Para que no deban sostener esta pandemia con una sola bata médica y atender a los diferentes pacientes durante todo el día sin tener otra muda. Para que tengan un barbijo de la calidad necesaria para no enfermarse. Para que el sueldo por debajo de la línea de pobreza no atente contra su calidad de vida. Para que estén en condición de poder mantener la concentración al atendernos a nosotros, los pacientes. Quiera el destino que las necesidades de los y las profesionales de la salud sean satisfechas, porque de no ser así seremos todos los que pagaremos las consecuencias.
Etel Capdevila
Marcelo Walter