Sabrina Achu, corredora de trial de Villa Ciudad Parque, participó del 48K del Cerro Champaquí el pasado domingo 5 de Diciembre. Su destreza, su talento y su entrenamiento la ubicaron en la segunda posición. Estas son algunas de sus impresiones:
“Fue increíble desde el comienzo. Arrancamos a las cinco de la mañana con lluvia y una neblina intensa. El barro y la arena decoraron con un poquito más de aventura la carrera. De noche con la linterna el despegue fue increíble, y después fue una carrera intensa, muy larga y con mucha gente”.
“Para mí fue la primera vez en una distancia tan larga, gracias a Dios llegué y el resultado fue inesperado en realidad porque era mi primera vez y muy contenta, muy satisfecha y con muchas ganas de seguir trabajando”.
“Salí segunda en la categoría (45k damas 40-49), con la felicidad de poder hacer podio con Belén Barrera que fue la primera y con apenas 20 y pico de minutos de diferencia. Para mí era un desafío personal y además saber que de la primera quedé tan cerca fue un plus que me deja con unas ganas de seguir entrenando cada vez más y tal vez de seguir probando en distancias cada vez más largas”.
¿Cómo te preparás para correr seis horas y casi veinte minutos?
“Tengo que agradecer muchísimo porque a partir de una lesión que tuve hace unos años empecé con una entrenadora, Elisa Lapenta, ella es de Córdoba, y por supuesto deposité toda mi confianza en ella, para correr de una manera más seria y comprometida. Son seis días a la semana, son muchas horas, pero que después se ve en el resultado. Vale la pena ejercitar con entrenadora sobre todo para estos Ultra, para llegar bien y no dañar el cuerpo, no lesionarse, bueno, hacerlo de manera más madura”.
¿El día después qué sentís?
“Bueno, duele un poquito todo pero del mismo desafío. Uno corre Ultras pero no se corren estas distancias todos los días. Se entrena duro pero con distancias más chicas. Duele un poco pero el entrenamiento diario y constante hace que por supuesto sea más leve y mucho más llevadero. Hoy es día de descanso pero ya mañana mismo vuelvo a entrenar”.
¿Y cuál es el próximo objetivo?
“Para mí este era un gran desafío. Quería terminar el año de esta manera. Era lo más lindo posible. Bien por haber terminado el año así y ya el próximo voy a hacer una agenda con por lo menos dos Ultras al año y mientras tanto poder correr la mayor cantidad de carreras”.
Sabrina nos cuenta un poco de su historia:
“Esto empezó sin querer, yo caminaba, caminaba y caminaba, hacía un poco de ejercicio, eso sí, pero caminaba mucho para ir a una clase de yoga. Y bueno, aprovechaba la caminata que eran varios kilómetros y de la caminata empezó el paso más y más rápido. Después empecé a correr apenas unos cien metros, me costaba la respiración, no entendía cómo era, otras veces doscientos metros y otras veces directamente nada porque me encontraba incómoda y de a poquito me empecé a interesar en cómo podía mejorar en el tema de la respiración que era lo que más me costaba. Así, sin querer ya me anoté en la primer carrera y ya quedé totalmente enamorada”.
¿Cómo hacés para regular durante 48 kilómetros?
“Como todo es paso a paso. Como yo no arranqué con 48 kilómetros, en las carreras de más corta distancia uno ya empieza, aunque sea en 10, a saber repartir la energía y va ejercitando y lo pone a prueba en cada carrera. En mi caso yo entreno varias veces doble turno, entonces no es lo mismo: cuando me anoto en una carrera lo quiero dejar todo. Y ahí en esa carrera es que pongo a prueba todo lo que vengo probando en los entrenamientos diarios. Ahí ya me saco un poquito las dudas de a poco, ¿no? Y con más distancia vas probando, y con los 21 también vas regulando… A veces sale bien y otras veces no, no siempre se hace podio, y muchas veces el podio es en sentido figurativo, porque es una lucha de uno contra uno mismo, que quiere ir más rápido, más lejos y eso es de alguna manera lo que te mantiene motivado”.
También Sabrina nos habla en particular de esta experiencia con el Cerro Champaquí:
“El Champaquí es algo que merece muchísimo respeto en todo sentido. Es pura técnica, es pura trepada, todo el tiempo subiendo y después te tocan kilómetros de pura bajada, es muy intensa y ya ahí la misma inercia te tira a caer y si no ponés fuerza, si no ponés firmes esas piernas te vas de boca y todo eso se va reforzando con cada entrenamiento. Después con la adrenalina de la carrera esas piernas se sostienen un poquito más”.
Finalmente, Sabrina comparte sus experiencias con la gente:
“Yo me comprometo siempre a seguir entrenando duro para poder dejar siempre lo mejor, y más para poder representar a Ciudad Parque cada vez que salgo y poder levantar esa bandera, sostenerla en alto la verdad para mí es muy emocionante porque toda la gente, cada comentario, cada ¨vamos flaca¨ que te dicen en el medio de la carrera la gente que no te conoce o el que te conoce, todo el apoyo, aunque sea indirectamente yo me lo llevo a cada carrera. Corro con todo ese aliento que me dan. Yo le estoy muy agradecida a la gente. Es realmente emocionante. Entiendo que para el otro no es tan importante como para uno. Porque muchas veces necesitás esa voz como el empujoncito para seguir, porque a veces necesitás de esa fuerza extra que te ayude a continuar”.
Sabrina Achu. Una luchadora. Una vecina. Una de las nuestras.
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