Ayer, mientras apagábamos el fuego
a chicotazos, con rastrillos, palas y machetes
A veces con bidones y baldes, otras con los bomberos
Mientras pasaban los aviones hidrantes
y los vecinos llenos de horror
con sus caras espejo tapadas con remeras llenas de hollín
con las suelas quemadas, las palabras lentas
Ayer, contra el fondo negro del campo calcinado
vi que todas las ramas de chañares y espinillos
estaban llenas de flores
Miles de asteriscos hermosos de un intenso amarillo
recortados sobre un suelo destrozado y ceniciento
Era un buen contraste
O tal vez no
Los espinillos, los algarrobos, los cañares
como tantos otros árboles, florecen en los años sin lluvias
Es su estrategia de supervivencia
Sin agua hay que hacer semillas para cuando haya agua
No hay contraste
De algún modo es el mismo enunciado, el mismo color
Hoy, estoy sentado en mi casa, bajo un enorme chañar
con una birome y un cuaderno, sin saber que escribir
Miro hacia adelante
Todo desmonte
Humo
Y el monótono murmullo del viento
Todo desmonte y viento, ¿de donde va a llover?
No hay por donde, no hay cómo
Arriba mío, en la copa florecida del chañar
las abejas zumban
Pablo Dragovetsky- Vecino de Villa Ciudad Parque