Desde Kantos Rodados nos sumamos al pañuelazo digital por la interrupción legal del embarazo.

Asi que les proponemos un recorrido para disfrutar de la música que escuchamos para luchar mejor.
Después de dos años y en el medio de la emergencia sanitaria mas terrible que parece salida del Eternauta, pareciera que el proyecto por la ley de la interrupción legal del embarazo estaría ya escrito, esperando su turno para ser discutido una vez más en el Senado. La cantidad de paparruchadas dichas en la ultima y maratónica sesión es vergonzosa.
Indefectiblemente se llegaría una vez más tarde a enfrentar esta masacre de mujeres que sucede ante la impávida sociedad.

No podemos dejar de recordar el pronunnciamiento de Cristina Fernandez de Kirchner a favor en el senado. donde cuenta como cambio su parecer, invitamos a escucharla para buscar reflexiones.
Desde Kantos rodados nos gusta hablar con fundamentos y les traemos un articulo de Human Rights Watch ( que es una organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos en el mundo), que destacan como el contexto del Covid-19 agrava esta situación.
«Las investigaciones de Human Rights Watch en diferentes países sugieren que las limitaciones que afectan el transporte y la posibilidad de desplazarse agregan nuevos obstáculos para que las personas gestantes puedan acceder a atención médica y servicios de aborto y post aborto de manera oportuna, ya que los servicios de aborto son escasos y no están disponibles en todos los centros de salud y hospitales. Esta es ciertamente la situación en Argentina, donde ya existían obstáculos significativos al acceso del aborto, como describe este informe. El acceso al aborto resulta aún más difícil ahora dado el confinamiento implementado por el gobierno para enfrentar la pandemia. Por otra parte, la necesidad de visitar distintos centros de salud y viajar, a veces durante varias horas, para poder acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, multiplica el riesgo de contagio de Covid-19.»
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El impacto del embarazo en las adolescentes y niñas
Los embarazos no intencionales contribuyen a la prevalencia del aborto en Argentina. Según un estudio que estimó, mediante una muestra, el porcentaje de embarazos no planificados o no deseados, sería del 65 % del total en el país[89]. Las adolescentes tienen una tasa particularmente alta de embarazos no intencionales. De acuerdo con los datos de los ministerios nacionales de Salud, Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, casi 7 de cada 10 embarazos de personas de menos de 19 años en 2015 no fueron intencionales[90].
Existen varios factores determinantes para los embarazos no intencionales en niñas y adolescentes. En el caso de las niñas de entre 10 y 14 años, los embarazos suelen ser consecuencia de abuso sexual y coerción[91]. Entre los 15 y los 19 años, los embarazos no intencionales se relacionan principalmente con la desigualdad estructural y la pobreza, el estar fuera del sistema educativo, la falta de acceso a información integral sobre salud sexual y reproductiva incluso en las escuelas, el alto costo de los anticonceptivos y la disponibilidad limitada de métodos de anticoncepción[92]. De las personas que dieron a luz entre los 15 y los 19 años, 9 de cada 10 pertenecen al 30 % de los hogares con menores ingresos[93].
Los obstáculos en el acceso a la anticoncepción contribuyen a que haya altas tasas de embarazo no intencional entre adolescentes. Un estudio llevado a cabo en 2004 por la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil determinó que el 34,4 % de las personas entrevistadas entre 10 y 20 años no había usado ningún método anticonceptivo en su primera experiencia sexual. De ese total, 47,4 % no contaba con información correcta y 33,3 % manifestó que sus parejas se habían negado a usar cualquier método anticonceptivo[94]. La tasa de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe se estima en 66,5 nacimientos por cada 1.000 niñas y mujeres jóvenes entre 15 y 19 años[95]. En lo que respecta a la cohorte de niñas entre 10 y 14 años, la región presenta tasas de entre 1 y 5 nacimientos por cada 1.000 niñas[96]. En Argentina, la tasa de fertilidad adolescente para niñas entre 10 y 14 años fue de 1,5 nacimientos por cada 1.000 en 2017. Para la franja etaria de 15 a 19 años, la tasa fue de 53,1 nacimientos por cada 1.000 niñas y mujeres jóvenes[97].
Las provincias del Norte del país muestran tasas de embarazo adolescente superiores al promedio nacional (13,6%) para el segmento entre 15 y 19 años: 21,7 % en Formosa; 20,4 % en Chaco; 19,9 % en Misiones; 18,8 % en Santiago del Estero; 18,3 % en Corrientes; y 18,3 % en Salta[98].
Según el Ministerio de Salud de la Nación, aproximadamente 12,7 % del total de nacimientos en 2018 (87.118) corresponden a mujeres jóvenes y niñas menores de 20 años[99]. De esos nacimientos, 2.350 corresponden a niñas de menos de 15 años[100].
La maternidad puede afectar las vidas de adolescentes y niñas a largo plazo. De hecho, las madres de entre 10 y 19 años son más propensas a experimentar complicaciones de salud a causa de un embarazo, lo cual incluye mayores riesgos de hemorragias posparto, infecciones uterinas, partos pretérmino y con bajo peso al nacer, menor desarrollo para la edad gestacional y la probabilidad de sufrir graves afecciones neonatales. Estos riesgos afectan particularmente a niñas menores de 15 años, quienes tienen 4 veces más probabilidades de morir a causa de su embarazo, el riesgo más alto de muerte neonatal (dentro de los 27 días posteriores al parto) y un 40 % más de probabilidades de sufrir anemia materna en comparación con el grupo etario de 20 a 24 años[101].
Es hora de saldar una deuda
El costo humano de las barreras al aborto legal en Argentina