Desde hace 57 años la Cooperativa Integral de agua y servicios públicos de Villa Carlos Paz -o simplemente la “Coopi” como la llaman todos- se encarga de lo que nadie hizo: que los vecinos de la villa tengan su provisión de agua diaria. Es un hecho que todos los que tienen este servicio saben que pueden beber el agua de sus canillas ya que es cien por ciento potable. Pero además, la Coopi participa en la vida de la comunidad: cursos, talleres, una radio (Radio Villanos) así lo demuestran. PERO ADEMÁS… Sí. Además hacen del cooperativismo un modo de vida y están en cada lugar en el que se necesita ayuda, como cuando la Municipalidad no terminó de pintar la escuela y allí estuvo la Coopi. O cuando otra organización necesitó de su ayuda. O con el Banco Solidario de Sangre. O con permitir a los ciudadanos y ciudadanas terminar la primaria y la secundaria. O… Por eso la Coopi es reconocida en todo el país y cuando el pasado  nueve de diciembre hizo una convocatoria tuvieron las adhesiones de todo el espectro combativo de la Argentina.

Sin embargo, cada lucha tiene su costo, y cada afecto su celo enfermo. En este caso, por parte de la Municipalidad de Villa Carlos Paz y su intendente, Daniel Gómez Gesteira, a quien lo mueven esos mismos celos de todo lo que la Coopi logró a costa de buena gestión y quiere removerlo por el sólo hecho de verlo destruido y sin saber qué es lo que va a hacer luego.

Desde la de 2016, el por entonces intendente Esteban Avilés (hoy al frente de la agencia Córdoba Turismo a nivel provincial), anunció que pretendía pasar el servicio de aguas a manos municipales. Envió el proyecto al Consejo de Representantes. Allí no consiguió los votos y decidió llevar adelante esto por decreto un mes después. En ese momento la Coopi emprende un proceso judicial. Presenta un recurso de amparo y la Cámara en lo Contencioso Administrativo avala la posición de la Cooperativa. El Municipio apela esa decisión y va al Tribunal Supremo de Justicia de la provincia de Córdoba. Ese fallo es favorable al intendente. Y la Coopi decide apelar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El 27 de noviembre de 2020 se da a conocer ese fallo, donde deja en firme la resolución del Tribunal Superior de Justicia sin analizar la situación. Esto implica que el Municipio puede avanzar sobre el servicio de agua, violentando lo que está establecido en la Carta Orgánica Municipal, que dice que esa decisión tiene que pasar por el cuerpo legislativo.

Desde el año 2016 al presente el Municipio no ha dicho qué va a hacer con las y los trabajadores de la Coopi (que son aproximadamente cuatrocientos), ni tampoco cómo se encargarían de cubrir el servicio. Pero sí hay fechas: el 26 de febrero como el día del traspaso provisorio del servicio de aguas a manos municipales y el traspaso definitivo el 31 de marzo.

La Coopi se resiste, se moviliza, plantea jornadas de lucha, y el embate sigue. Se están enfrentando con gigantes, pero no están solos…

Marcelo René Walter

View all posts