En la madrugada del jueves 16 se registró un nuevo accidente vial provocado por la circulación de animales de gran porte sobre la ruta provincial 5. El accidente se produjo a 300 metros del arco de Villa Ciudad Parque. A las 5.30 hs un vecino de Villa General Belgrano se dirigía a la capital cordobesa cuando se le cruzaron dos caballos en la ruta. El conductor maniobró, sin éxito, para evitar el impacto. Ambos animales fueron embestidos, uno de ellos murió en el acto y el otro salió gravemente herido. Al momento del registro fotográfico, el animal se encontraba agonizando en una de las banquinas. Afortunadamente, no se registraron victimas fatales dentro del auto.
Este hecho no es un caso aislado. Hace tiempo que la zona registra accidentes viales provocados por animales sueltos que no tienen marcas, de modo que la responsabilidad de sus dueños queda desdibujada. En conversaciones con los agentes de policía se nos explicó que los dueños no los marcan para evitar que se les imputen cargos en casos como el que presentamos en esta oportunidad. Los vecinos que viven en la zona, conocen los animales y saben quienes son los responsables, sin embargo es difícil lograr una declaración, ya que la gente de la zona no quiere tener problemas con sus vecinos. En off de record se sabe muy bien a quienes pertenecen los animales. Y el descaro de los dueños es tal, que al ser cuestionados se ríen diciendo que no hay forma de probarles responsabilidad si el animal no esta marcado. Mientras tanto, los accidentes siguen sumando heridos y los responsables no afrontan las consecuencias de su negligencia.
Un dato significativo es que RP5 es el único camino a la escuela primaria Ing. Maggi donde asisten todas las mañanas niños y niñas del pueblo. ¿Cómo es posible que a esta altura de los acontecimientos siga habiendo animales sin marcar junto a la ruta? ¿Será que se precisa una fatalidad para que las autoridades y órganos de control tomen cartas en el asunto? Esperamos de corazón que no sea así. Y que la tenencia responsable de animales no sea una sugerencia moral, sino una norma legal y efectiva.
Estaría bueno que aunque sea «off the record» se diga el nombre de los dueños, esos que se ríen.